Filosofia viva PORTADA

Editorial Desclée de Brower, 2021

Una filosofía viva nos conduce a una práctica de vida que transforma nuestro ser. Lejos de la especulación intelectual, nos pone en contacto con un estado de consciencia más profundo, con una nueva actitud hacia las circunstancias y con un modo de vivir más sereno, inspirado, lúdico y conectado a la totalidad.

Este libro es una invitación a recorrer algunas de las “moradas sapienciales” más importantes que aguardan a quienes se sienten preparados para emprender el desafío de la vida filosófica, con sus obstáculos específicos y algunas de las principales claves para atravesarlas.

El recorrido que estás a punto de iniciar ya lo realizaron algunos sabios y maestros de otras épocas y culturas, por eso encontrarás un lenguaje integrador que dialoga con varios de ellos y actualiza el sentido de sus palabras, muchas veces oscurecido por el paso del tiempo. Todos ellos se referían al mismo desafío de ser.

Por último, recuperar una filosofía viva, que involucre experiencialmente a quien se acerca a ella, es también un desafío civilizatorio: recordar la dimensión transformadora y espiritual de nuestras raíces culturales.

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*Alezeia Ediciones, 2013

El futuro de la especie humana es la mayor encrucijada de nuestro tiempo. El inmenso potencial del ser humano para mejorar las condiciones de vida, como la salud, la alimentación, la longevidad y todo el confort brindado por la llamada “civilización del progreso” es inseparable de las nuevas formas de destrucción y degradación de la vida, desde la vieja y sombría amenaza de la bomba atómica, pasando por la dominación del modelo biopolítico neoliberal hasta las nuevas biotecnologías eugenésicas.

Lejos del individualismo mecánico, competitivo e insaciable, necesitamos una nueva imagen holística de los sistemas vivientes que nos muestre su constitutiva condición vulnerable así como las responsabilidades que implica su supervivencia futura.

La ética de la especie de Jürgen Habermas, la ética de la liberación de Enrique Dussel y la ética de la responsabilidad de Hans Jonas, aquí llamadas “éticas de la vida”, nos servirán para abordar este inmenso desafío, con la esperanza de reconciliar nuestra inabarcable y personal voluntad de vivir con el postulado de la “vida perpetua”.

La invitación final a una “ética de la presencia” dejará abierta al lector/a la continuación de esta obra en su propia reflexión personal.

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